Un tratamiento de ortodoncia es un proceso de corrección de la posición de los dientes para mejorar su estética, su oclusión y su funcionalidad. Por tanto, de este tratamiento se obtienen beneficios estéticos pero también funcionales.
La ortodoncia realiza suaves movimientos que desplazan los dientes de forma individual o en bloque, corrigiendo su posición. Su objetivo es lograr la correcta alineación de los dientes del paciente, así como una buena oclusión.
El ortodoncista aplica medidas correctoras, generalmente con un aparato, para corregir o prevenir alteraciones en los dientes, malformaciones o problemas de mordida.
Los tratamientos de ortodoncia pueden ser de dos tipos principales: interceptivos (son preventivos y sirven para corregir malos hábitos) o correctivos (indicados para pacientes con problemas bucodentales consolidados). Dentro del segundo tipo se pueden encontrar ortodoncias funcionales, removibles o fijas.
Pero, además, hay diferentes categorías de brackets en función del material del que están hechos: metálicos, autoligables, estéticos o linguales.
Veamos los tipos de ortodoncia más habituales:
Un tratamiento de ortodoncia no consiste solamente en colocar unos aparatos y esperar a que hagan su trabajo. Existen diferentes fases en este proceso:
Fase 1
Se realiza un estudio previo, con radiografías de dientes y huesos, para ofrecer un diagnóstico preciso y definir el plan de tratamiento personalizado.
Fase 2
Se procede a la colocación de los brackets y del resto de elementos que componen la ortodoncia (arcos, gomas elásticas, etc.).
Fase 3
El ortodoncista planifica las revisiones, generalmente mensuales, para supervisar la evolución del tratamiento y realizar las modificaciones de colocación necesarias para que el proceso siga el curso correcto.
Fase 4
Una vez terminado el tratamiento y obtenido el resultado buscado, se retirarán los brackets, arcos y gomas y se procederá a una limpieza para eliminar el adhesivo.
Fase 5
Tras retirar la ortodoncia es necesario llevar retenedores dentales, que podrán ser fijos o removibles y que permiten mantener el resultado de la ortodoncia.
Cada tipo de ortodoncia puede estar indicada para un problema concreto o un paciente determinado, dependiendo de distintos factores. La mejor ortodoncia es la que tu dentista determina que conseguirá los mejores resultados para tu caso.
El tiempo necesario para conseguir los resultados deseados no es exacto y depende de muchos factores. Por lo general, las correcciones leves requieren entre 6 y 8 meses y, las más graves, hasta 3 años. Pero esto dependerá de la colaboración del paciente, de cuándo se comienza con las medidas correctivas, de la edad del paciente o del tipo de problema que se tenga que corregir, entre otros.
Todos los tratamientos de ortodoncia son muy eficaces pero existen distintos tipos y cada uno de ellos persigue unos objetivos prioritarios. En cada tratamiento de ortodoncia hay un antes y un después, pero el cambio experimentado dependerá de diferentes factores.
¿Qué puedo comer con la ortodoncia?
Se puede comer de casi todo pero hay algunas excepciones, por razones obvias. ¿Qué no se puede comer?
- Alimentos duros.
- Carne dura.
- Hielo.
- Caramelos.
- Alimentos pegajosos como las chucherías.
- No comestibles (chicles, masticar el bolígrafo, mordernos las uñas…).
Sí se pueden comer frutas, verduras, lácteos, carnes blandas, postres, pan, huevos, etc. Habrá que seguir siempre las indicaciones del ortodoncista.
¿Qué ortodoncia es más rápida?
La ortodoncia invisible es una de las opciones más rápidas porque su tecnología es la más avanzada. Aunque esto puede variar en función de cada paciente y del tipo de problema que se quiera corregir. Será el especialista quien estudie cada caso individualmente y aplique el método más adecuado para cada caso. No siempre lo más rápido es lo que necesita un paciente determinado.
¿Cuándo se debe comenzar con la ortodoncia?
Por lo general, la ortodoncia correctiva debe empezar a aplicarse cuando el paciente ha cambiado todos los dientes de leche a dientes permanentes, es decir, entre los 11 y los 13 años.
Sin embargo, también hay ortodoncias preventivas que se aplican con los dientes de leche, entre los 6 y 7 años. Aunque, por supuesto, no hay condiciones o límites de edad.
¿Cuando faltan piezas dentales se puede poner ortodoncia?
En principio, el tratamiento de ortodoncia está indicado para pacientes a los que les falta algún diente o muela. Esto no debe ser un impedimento. Pero será el ortodoncista quien determine de forma individualizada la conveniencia o no, dependiendo de cada caso.
En algunos casos, podría ser necesario colocar primero implantes en los huecos en los que falten las piezas dentales antes de colocar la ortodoncia.
¿Cuándo se empieza a notar la ortodoncia?
La ortodoncia puede empezar a presentar resultados visibles a partir de los tres primeros meses. Aunque esto dependerá de cada caso y de la gravedad del problema que se quiera corregir. Hay ocasiones en las que se pueden observar cambios ya antes y, otros, en los que se tarda más en apreciar la evolución.
¿Cómo se coloca la ortodoncia?
Para colocar la ortodoncia, primero se realiza un diagnóstico del paciente. Después se elige el tratamiento más adecuado para cada caso, en función del tipo de anomalía que se quiera corregir. Y, a continuación, se colocan los brackets de la siguiente manera:
- Van cementados en el centro geométrico de la superficie de los dientes. Hay diferentes técnicas de cementado.
- Lo habitual es poner todo el aparato el mismo día, aunque se puede colocar primero la arcada superior y, unos días después, la inferior. Para que se acostumbre el paciente pero, también, por comodidad para no tener tanto tiempo la boca abierta en la colocación.
- La colocación dura entre unos 30 y unos 50 minutos, aproximadamente.
¿Cómo cepillarse la ortodoncia?
Para cepillarse los dientes con la ortodoncia puesta, lo más recomendable es utilizar un cepillo de dientes adaptado para ortodoncia. Con él, se deberá inclinar el cepillo de manera que se limpie tanto por encima como por debajo del aparato, con movimientos circulares y vibratorios, para eliminar todos los posibles restos de comida acumulados. Será necesario cepillarse los dientes siempre después de cada comida.