La luxación mandibular es un problema de salud bucodental que se produce al perder la mandíbula su posición original en alguna de sus conexiones articulares con el cráneo (articulaciones temporomandibulares), algo que puede darse en ambas a la vez.
Saber identificar sus síntomas es indispensable para reaccionar con premura en caso de sufrir una luxación de mandíbula, contratiempo de salud que puede afectar a cualquier tipo de persona de forma súbita. Además, conocer las causas que pueden provocar una luxación de mandíbula es determinante a la hora de prevenir este tipo de situación.
Índice de contenidos
¿Cuáles son las causas más comunes de la luxación mandibular?
Una persona puede presentar una luxación de mandíbula por diversos motivos. Por eso conviene conocer cuáles son los principales, así es como pueden evitarse:
- Apertura excesiva de la boca.
- Masticar objetos o alimentos demasiado duros.
- Sufrir un golpe en la mandíbula, sobre todo en la zona en la que la articulación temporomandibular conecta con el cráneo.
- La luxación mandibular también puede producirse a causa de movimientos demasiado bruscos, como los que se dan en un accidente automovilístico.
- Haber sufrido con anterioridad una luxación en la mandíbula.
- Sufrir enfermedades que debilitan la musculatura mandibular, como puede ser la esclerosis múltiple.
¿Cuáles son los síntomas de la luxación mandibular?
Estas son las formas en las que puede manifestarse una luxación de mandíbula. En caso de detectar este tipo de sintomatología, lo mejor es solicitar una cita en Clínica Dental Mediterráneo si estás en Almería y sus alrededores:
- Dolor: Se trata del principal síntoma de la luxación de mandíbula, y puede sufrirse tanto en las articulaciones temporomandibulares (a los lados del rostro) como extenderse a distintas zonas de la cara y el cuello.
- Inflamación: Es habitual que la zona afectada presente inflamación.
- Dificultad para hablar o masticar: El hecho de que la mandíbula se haya descolgado de su posición original y el dolor que esto produce puede conllevar dificultades a la hora de desarrollar actividades que conlleven un ejercitamiento activo de la zona.
- Bloqueo mandibular: Es muy probable que el paciente de luxación mandibular no pueda abrir o cerrar la boca.
- Desplazamiento mandibular: También es posible que la mandíbula muestre una desviación visiblemente acusada hacia el lado contrario del punto en el que se ha producido la luxación de mandíbula.
- Chasquidos: En algunos casos, la lesión puede emitir sonidos similares a crujidos en el momento de intentar utilizar la mandíbula de forma normal.
¿Cómo se diagnostica la luxación mandibular?
Además de por su sintomatología, alguna de ella visible de un simple vistazo, es necesario corroborar el diagnóstico de la luxación de mandíbula con una radiografía.
Esta prueba de imagen mínimamente invasiva refleja con claridad el tipo de luxación mandibular y su gravedad, y si además es en 3D resulta todavía más clarificadora.
En Clínica Dental Mediterráneo contamos con las mejores herramientas de diagnóstico para determinar qué tipo de luxación de mandíbula sufre cada paciente y cuál es el tratamiento más apropiado en cada caso.
¿Cuál es el tratamiento para la luxación mandibular?
Existen distintos tipos de tratamiento para la luxación de mandíbula, que se emplean en función de las características de cada paciente.
Tratamientos conservadores para la luxación mandibular
El tratamiento más habitual para este tipo de problema de salud es la reducción manual de la luxación. El dentista aplica los medicamentos necesarios para relajar la musculatura maxilofacial y poder maniobrar sin provocar dolor para después recolocar la mandíbula con sus propias manos.
En casos en los que no se trata de la primera luxación de mandíbula, es posible recurrir a tratamientos con plasma rico en plaquetas o con toxina botulínica con el objetivo de mantener la mandíbula en su posición correcta durante el máximo tiempo posible.
Tratamiento quirúrgico para la luxación de mandíbula
En los casos en los que la luxación de mandíbula se ha convertido en una lesión recurrente, es posible que sea necesario recurrir a una solución quirúrgica.
Aún así, es posible que el problema no quede del todo solucionado, por lo que es recomendable realizar una rehabilitación con un fisioterapeuta especializado que ayude al paciente a fortalecer la musculatura implicada en este tipo de lesión.
¿Cómo puedo prevenir la luxación mandibular?
Hay varias formas de prevenir una luxación de mandíbula, y todas ellas implican cambios en determinadas rutinas del día a día de toda persona que quiera evitar este tipo de dolencia:
- Evitar abrir la boca más de lo natural para no forzar la musculatura.
- No masticar alimentos duros o gomosos.
- Gestionar el estrés de forma más eficiente.
- Utilizar protecciones para la mandíbula en caso de practicar deportes donde el contacto sea inevitable.
- Acudir a revisiones bucodentales con asiduidad. Si estás en Almería, en Clínica Dental Mediterráneo podemos ayudarte a prevenir las molestas luxaciones mandibulares.
¿Debo buscar atención médica inmediata si creo que tengo una luxación mandibular?
Sí, es necesario solicitar ayuda especializada en caso de sospechar que se ha producido una luxación de mandíbula. Se trata de un problema de salud muy doloroso que tiene fácil solución si se trata a tiempo, pero que puede complicarse si se intenta aliviar con remedios caseros, ya que no hay ninguno que pueda devolver la mandíbula a su posición original sin producir daños de diversa índole.
¿Puedo tratar una luxación mandibular en casa o necesito ir al dentista?
Es primordial que, ante una luxación de mandíbula, se acuda a un dentista de confianza con el objetivo de reducir la luxación de forma fiable y aplicar los cuidados necesarios tras hacerlo.
Al fin y al cabo, el tratamiento de la luxación mandibular va mucho más allá de la propia reducción de la lesión, que no es más que el primer paso hacia una recuperación completa.
¿Cuáles son las complicaciones de la luxación mandibular si no se trata?
Si una luxación de mandíbula no se trata, o se hace de forma inapropiada, pueden producirse complicaciones más allá del dolor, la inflamación, el descuelgue de la mandíbula o las dificultades a la hora de abrir y cerrar la boca con normalidad:
- Daños nerviosos en el rostro.
- Modificaciones en la mordida habitual.
- Sufrimiento de luxaciones de forma recurrente en un futuro cercano.
¿Cuánto tiempo dura el proceso de recuperación después de una luxación mandibular?
El tiempo de recuperación de una luxación de mandíbula puede ir desde unos días hasta varios meses, ya que depende del tipo de lesión, de cómo afecte a cada paciente y de la capacidad de los mismos para sanar.
Lo normal es que una luxación mandibular quede solucionada en un espacio de tiempo de en torno a 6 semanas, aunque para ello deben seguirse los cuidados posteriores al pie de la letra.