Las coronas dentales se han convertido en uno de los tratamientos más solicitados para aquellos pacientes con dientes dañados que no quieren terminar perdiéndolos. Recurrir a una corona dental no solo garantiza la total funcionalidad de la boca y los dientes, sino que además es la mejor solución para mantener una estética agradable en esta zona protagonista del rostro.
Por eso vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre cómo ponerse una corona dental y qué tipo elegir en función de tus necesidades.
Índice de contenidos
¿Qué es una corona dental?
Una corona dental es una prótesis, una especie de funda que imita al diente natural y que se pone sobre una pieza dental dañada para preservarlas y evitar su irremediable extracción. Cada corona dental es diferente a cualquier otra, ya que se elabora de forma personalizada para cada paciente en función de sus necesidades y de la morfología de su boca.
¿Cuándo es necesaria una corona dental?
Existen distintas causas por las que alguien puede necesitar ponerse una corona dental, pero todas ellas coinciden en algo: son un remedio para proteger un diente que tiene algún tipo de daño y que no queremos que deba ser extraídos definitivamente.
Bien sea porque ha perdido su forma debido a un golpe o a un desgaste excesivo, porque es más pequeño de lo que debería o porque una mala higiene bucodental ha desembocado en un aspecto desagradable, una corona dental siempre es la mejor respuesta.
Lo mejor es cuánto dura una corona dental, ya que se trata de una solución duradera que, si bien es aconsejable cambiar a los 15-20 años, bien puede alcanzar los 25 años si se le aplican buenos cuidados a lo largo de su vida útil. Dichos cuidados son importantes, puesto que una corona dental astillada requerirá de una retirada para que el material de su cubierta pueda ser reparado en laboratorio, mientras que una filtración en una corona dental puede derivar en la entrada de bacterias al diente dañado y en la aparición de una caries que podría obligar a realizar la extracción que se estaba intentando evitar.
¿Cómo se pone una corona dental?
El proceso de colocación de una corona dental consta de varias fases, ya que es necesario preparar al paciente para ello, así como tomar las medidas oportunas para que la corona se ajuste a la perfección a la zona de la boca en la que sea necesario colocarla.
Así, podremos describir el proceso en esta breve guía paso a paso:
- En la primera visita, el odontólogo hará un estudio del estado de la pieza dental para ver si poner una corona dental es viable y, de serlo, si resulta lo más apropiado.
- Si no hay objeciones, el siguiente paso es anestesiar las zonas contiguas al diente dañado para extraer restos de restauraciones anteriores y tratar posibles caries.
- Una vez hecho esto, el especialista debe dar nueva forma al diente para que la corona dental encaje a la perfección en él.
- Esta primera toma de contacto finalizará con la toma de medidas de la corona dental que hay que fabricar y con la colocación de una corona provisional.
La elaboración de una corona dental puede tardar unos días, pero el fin del proceso no conlleva mayor complicación: una vez lista la corona dental, tan solo hay que retirar la provisional, colocar la corona dental definitiva sobre la pieza dental que se quiere preservar y pegarla con cemento en su lugar.
¿Y cómo quitar una corona dental cementada cuando llegue el momento de cambiarla? Existen distintos tipos de soluciones, pero todas ellas deben ser llevadas a cabo por un especialista. Lo más habitual es recurrir a herramientas fabricadas con este fin, o directamente cortando la prótesis colocada sobre el diente.
Tipos de coronas dentales
Las opiniones sobre las coronas dentales son muy positivas, ya que son una solución perfecta para recuperar la funcionalidad y la estética de piezas dentales que pueden haber llegado a estar muy dañadas. Además, teniendo en cuenta que pueden llegar a durar hasta 25 años en perfecto estado, la relación entre calidad y precio de las coronas dentales no podría ser más satisfactoria.
Eso sí, dependiendo del material con el que están fabricadas y del efecto que se busque conseguir existen diferentes tipos de corona dental.
Corona dental de metal y porcelana
Son las más fiables y duraderas, y también unas de las más estéticas debido a que la porcelana imita a la perfección el esmalte dental. Su resistencia las hace aconsejables sobre todo a para colocarlas sobre los dientes molares.
Corona dental de metal
Este tipo de corona dental era de los más utilizados antes, ya que ofrece acabados en metales como el oro o el níquel. Sin embargo, a pesar de su extremada resistencia, a día de hoy apenas se utilizan debido a su estética.
Corona dental de porcelana
Tal y como ya hemos adelantado, las prótesis dentales de porcelana son las más naturales a nivel estético, aunque sin un refuerzo metálico también son más frágiles. Es por esto que están especialmente aconsejadas en la parte frontal de la boca, lo que es una corona dental anterior.
Corona dental de circonio
El circonio ofrece una gran resistencia y también un aspecto de lo más natural en una corona dental. Además, se trata de un material excelente para aquellos pacientes con riesgo a rechazar la prótesis gracias a su naturaleza hipoalergénica.
Corona dental de resina
Por lo general, una corona dental de resina es una corona dental provisional, la que se coloca mientras se realiza la corona dental definitiva. Se trata de un material blando, por lo que no resulta demasiado funcional.
Problemas principales de las coronas dentales
Aunque las excelentes opiniones sobre las coronas dentales indican que se trata de una solución exitosa, es cierto que pueden surgir ciertos problemas con una corona dental que conviene identificar cuanto antes para que no vayan a más:
- Una corona mal cementada puede perder su posición y resultar incómoda a la vez que peligrosa para nuestra salud bucodental.
- Asimismo, una filtración en una corona puede permitir la entrada de bacterias al diente que protege. Este, al no poder aplicar cuidados de higiene bucodental a través de la corona, sucumbirá ante la caries con relativa facilidad.
- Además, una corona dental puede astillarse si no se le aplican los cuidados oportunos.
Es por esto que, si sentimos dolor en una corona dental, es indispensable acudir a una clínica dental de confianza cuanto antes para determinar el motivo y que el profesional pueda atajar cualquier tipo de inconveniente.
¿Cuánto vale una corona dental?
Es difícil fijar el precio de una corona dental porque, como ya hemos dicho, no hay ninguna igual a ninguna otra y cada paciente requiere de unas características determinadas. De todos modos, si tu clínica es de confianza deberá informarte de sus precios antes de iniciar proceso alguno, así que no te preocupes por eso.
Lo realmente importante es salvaguardar la salud bucodental e informarse sobre todo lo que concierne a una corona dental antes de tener que pasar por la extracción de un diente.